Cero dominante by Almudena Navarro & Inma Bretones

autor:Almudena Navarro & Inma Bretones [Navarro, Almudena & Bretones, Inma]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Distopía, Juvenil
editor: ePubLibre
publicado: 2020-01-01T00:00:00+00:00

* * *

Al fin la puerta del Consejo se abrió automáticamente y Lovely, que estaba perdida en sus pensamientos, dio un respingo sobresaltada. De la sala salió corriendo una joven a la que reconoció inmediatamente. Era famosa, era la 0- más joven antes de que ella descubriera que también lo era. La chica gritaba como una loca y llevaba el pelo desgreñado, como si no se hubiera peinado en días. Un joven delgaducho y enclenque la seguía desorientado. Su aspecto era peculiar.

—Vamos, New —le dijo la chica—, resulta que tenemos que preparar el maldito baile. No es hora de malas noticias. Y encima tengo que vigilarte y marcarte de cerca. ¡Soy una niñera! Ni una palabra a nadie de todo lo que hemos vivido, ni mucho menos nada acerca de dónde vienes…, ¿lo has entendido, New? —dijo acercándose a él quizás con demasiada brusquedad.

—Claro —Gabriel titubeó—, estaba contigo en la reunión.

—Vamos, te llevo con el Clan del Hub. Vivirás con nosotros, pero recuerda que no soy tu madre. Muchos allí han pasado por lo mismo que tú. Hombre, aunque sin ser hijos de un alto cargo de Ciudad Europa…, pero, en fin, allí estarás bien.

King miró a Gabriel y comprobó que el chico estaba muy triste. Algo dentro de King se removió, culpable, así que le repitió:

—Allí estarás bien —le dijo mientras le empujaba suavemente hacia la salida.

Antes de salir, la chica de pelo corto se giró y la miró:

—¿Tú eres Lovely? La flamante nueva 0-. —King le dirigía la palabra y sabía quién era. No parecía la heroína que esperaba, había sido extremadamente altiva con el joven que la acompañaba.

—¿Perdón?

Lovely se levantó y se acercó a ellos.

—Menudo momento para salir del armario. ¿De dónde sales? ¡Ya eres mayorcita, no eres una niña! No había un momento peor… ¡Qué inadecuado! —le dijo King con cara de desagrado.

—No entiendo qué me dices —Lovely lo dijo intentando sonar educada. Evitaría toda confrontación sin motivo.

El joven enclenque la miró con simpatía, y le hizo un gesto sin que King le viera, como si estuviera loca.

—Mira, niña, no me caes bien. Pareces tan… ¿normal? Y… ¿pequeñita?

Lovely la miró fijamente. No pensaba amedrentarse. La fantástica King, parecía tener un problema grave de ego, a años luz del suyo propio, como diría su madre, así que aplicó sus enseñanzas.

—Pues yo te admiro desde pequeña. Me alegro de ser un 0-, como tú. —Y tomándola con suavidad y firmeza por los hombros sin perder el contacto visual, añadió—: Y te deseo lo mejor.

Escuchar aquello aturdió levemente a King, parecía haberle desestabilizado, pero solo por un segundo, porque enseguida continuó hablando a Lovely.

—Encima eres una maldita pacifista. —Chasqueó la lengua con fastidio—. No puedo con vosotros. Lo que le faltaba al Consejo… ¡Otro pacifista! Estoy rodeada de locos —añadió levantando la voz y entornando los ojos.

Lovely miró al nuevo, al tal New, tal y como le había escuchado llamarlo a la propia King. Se fijó en que su vestimenta era extraña, con colores pálidos morados y rosas, mientras

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